Este proyecto educativo en Camerún tiene el objetivo de ampliar el centro de formación profesional de la localidad de Njavnyuy. Con tu ayuda, podemos hacerlo realidad.
Njavnyuy es una pequeña localidad que se encuentra en las afueras de Kumbo -sede de la Diócesis-, en las emblemáticas "high lands" o tierras altas de la región anglófona del noroeste de Camerún, y cuenta con una población de 128.000 habitantes.
Aquí se localiza, en la ladera de una arbolada montaña, el Centro de Formación Profesional objeto del proyecto, "Saint Francis Home for Skill and Training" ("Hogar St Francis"), construido para apoyar la formación y dar un cobijo a niños/as y jóvenes vulnerables. Abrió sus puertas en 2011 y está dirigido por nuestr socio local, la Congregación de las Terciarias Franciscanas.
En esta zona, las condiciones de vida son duras. El 80% de la población tiene como única fuente de ingresos los provenientes de la agricultura de subsistencia, que llevan a cabo en pequeños terrenos de cultivo (yuca, plátano y ñame) en tierra poco fértil, y del cultivo de café a pequeña escala. Un pequeño porcentaje de familias, nómadas de la etnia bororo o fulani, se dedica a la ganadería.
La zona se encuentra muy abandonada por un gobierno fuertemente centralizado, pues en esta región radica y gana las elecciones el principal partido opositor.
En general, el nivel de vida es bajo, pero es especialmente difícil para niños y jóvenes: pocas familias pueden pagar las tarifas de colegios privados y la educación pública tienen un nivel deplorable. En consecuencia, hay un alto índice de desempleo juvenil por falta de formación, lo que, a su vez, provoca una alta tasa de delincuencia.
La Congregación de las Terciarias Franciscanas, que cuenta con 80 años de presencia y labor misionera en Camerún, detectó esta grave problemática y puso en marcha el "Hogar St. Francis" enfocado a los más vulnerables entre los jóvenes de 12 a 18 años.
Este Centro cuenta con seis talleres de formación, que a su vez son actividades generadoras de ingresos: zapatería, costura, punto, mecánica, soldadura y carpintería. También tiene su huerto y porqueriza, donde los jóvenes aprenden y practican agricultura y cría de animales, y con cuyos productos se abastecen y alimentan equilibradamente.
Manos Unidas ya ha apoyado con éxito al Centro en la dotación de agua potable y en un taller de carpintería equipado, que contribuye a la viabilidad económica. Año tras año, el número de alumnos no para de crecer, por lo que la actual infraestructura del Centro resulta insuficiente.
Además, los talleres de soldadura y mecánica se realizan de forma precaria en contenedores provisionales. Por esta razón, solicitan a Manos Unidas apoyo para la construcción de un nuevo bloque que albergue dichos talleres, además de una sala multiusos, dos habitaciones para el personal y baños.
Los beneficiarios directos son los actuales 120 jóvenes y 12 adultos del equipo educativo del centro. La realización del proyecto permitirá que los niños y jóvenes más vulnerables y desfavorecidos optimicen su formación y aumenten sus posibilidades de obtener un trabajo renumerado.
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